Qué es el IMEI de un teléfono y por qué es importante conocerlo si me roban el móvil

No soy amigo de las apuestas, pero me atrevería a jugarme una cantidad importante de dinero a que, si te presentas en cualquier comisaría para denunciar el robo de tu teléfono móvil, algún agente te preguntará más pronto que tarde: ¿tiene el IMEI?

Puede que esas cuatro letras te suenan a chino, o tal vez las hayas oído nombrar en alguna ocasión pero no sabes exactamente su función y, sobre todo, por qué tienen tanta importancia en los robos de teléfonos móviles. Pues vamos a tratar de poner algo de luz.

Qué es el IMEI (de forma sencilla)

Lo primero que debes saber es que esas cuatro letras son, en realidad, un número (de 14 cifras + 1 dígito de control) y que se denomina IMEI por sus siglas en inglés (International Mobile Equipment Identity).

De una forma coloquial podríamos decir que el IMEI es como el DNI de un teléfono: un número que identifica al terminal en las conexiones que desde él se establezcan con la red de telefonía.

El número completo permite la identificación singular de un equipo porque cada IMEI es único. No existen dos números de IMEI iguales. Y no son números aleatorios. Obedecen a una estructura en la que cada parte indica cierta información como, por ejemplo, el país de fabricación.

Si nuestro teléfono tiene capacidad para albergar una tarjeta SIM, entonces tendrá un número de IMEI. Sin embargo, si admite dos tarjetas (dual SIM), ese mismo terminal tendrá dos números de IMEI, cada uno asociado a una de las ranuras para las SIMs.

Cómo saber cuál es el IMEI de mi teléfono

Por norma general, estos números suelen reflejarse tanto en la factura como en la caja del producto. Por lo tanto, si conservas alguno de estos elementos, podrás localizar de forma sencilla el dato en caso de ser necesario.

También puedes ver directamente en la pantalla del propio teléfono su número o números de IMEI con la marcación del siguiente código: *#06#

Puedes realizar una captura de pantalla con los datos que se te muestren y enviar la imagen a tu cuenta de correo o a tu servicio de almacenamiento en la nube para asegurarte que dispondrás del dato en un futuro si fuese necesario.

La importancia del IMEI para la policía

Aportar en tu denuncia el número de IMEI resulta de suma importancia para los investigadores. Con este dato la policía puede realizar distintas gestiones (no daremos pistas a los malos 😉) que lleven a la detención del autor del robo y/o personas relacionadas.

Además, como ya dijimos que no existen dos números de IMEI iguales, este dato servirá como si de un número de serie se tratase (identificador singular) para que puedan devolvernos el teléfono en caso de ser recuperado (porque se le intervenga al propio ladrón o porque aparezca posteriormente en alguna casa de compra-venta, en manos de un receptador, en algún registro…).

Eso sí, al ser un objeto involucrado en un hecho delictivo, debes tener en cuenta que la policía te hará entrega del teléfono recuperado «en calidad de depósito». Es decir, que (aunque no es lo habitual) en cualquier momento la Autoridad Judicial puede requerirte la presentación del objeto para alguna gestión, verificación, peritaje, etc.

Bloquear el móvil a través del IMEI en caso de robo

Conociendo el número de IMEI podrás solicitar a tu compañía de servicios telefónicos que bloquee el uso de ese terminal en la red.

Esto es posible gracias a una herramienta llamada Device Check: una base de datos implementada por la GSMA (siglas en inglés de la Asociación Mundial de Operadores Móviles), en la que las operadoras añaden, a petición del usuario, los números de IMEI de terminales perdidos o robados.

Así, cuando un terminal (IMEI) que figure en Device Check intente conectarse a alguna red de telefonía será rechazado y, por lo tanto, no podrá realizar o recibir llamadas, ni mensajes SMS, ni conectarse a internet a través de datos móviles.

Cabe recalcar que este bloqueo afecta al uso del equipo, pero no a los datos que se almacenasen en él. Si te preocupa que alguien acceda a este contenido deberás borrarlo de forma remota con las herramientas que proveen los propios terminales o mediante aplicaciones que, previamente, hubieras instalado por si llegaba a darse este caso.

También debes ser consciente de que lo que conseguirás bloqueando el teléfono a través del IMEI será dificultar que el ladrón pueda venderlo o que lo barato le salga caro a quien quiso aprovecharse de comprar objetos robados.

Por ese motivo, esta no es una acción que necesites ejecutar de forma urgente. Y teniendo en cuenta que la falta de actividad en la red podría dificultar la investigación de la policía, te recomiendo que esta gestión sea la última que realices con respecto a tu teléfono robado y que dejes pasar un tiempo prudencial para ello.

Si quieres más información sobre todos los pasos que debes seguir en caso de robo puedes leer este artículo: «Qué hacer si me roban el teléfono móvil».

Y tú, ¿qué opinas?

Si quieres dar tu opinión o hacer algún aporte sobre las cuestiones que trata esta entrada, te leo en el apartado de comentarios y te invito a que compartas el artículo. ¡Gracias! 🙂