Seguridad personal

Qué es el tusi o cocaína rosada

Dicen del tusi o cocaína rosada que es la nueva droga de moda. Pero, en realidad, ni tiene que ver con la cocaína ni es una sustancia nueva.

Lo que sí es cierto es que su consumo se ha intensificado en los últimos tiempos. Conozcamos algunos detalles y curiosidades sobre esta bomba de relojería rosa que ronda por nuestras calles y zonas de ocio.

El tusi no es cocaína

El tusi es una sustancia de efectos alucinógenos que puede distribuirse en pastillas, aunque su presentación más habitual se da en forma de polvo fino para inhalar y con un llamativo color rosado. Por este motivo también se la llama cocaína rosada.

Sin embargo, la cocaína y el tusi no guardan ningún lazo en común, salvo la apariencia pulverulenta. Mientras que la cocaína tiene su origen en la propia naturaleza, extrayéndose de las hojas de la planta de la coca (erythroxylum coca), el tusi es una sustancia sintética. Es decir, que su elaboración se realiza a partir de productos químicos.

Tampoco puede decirse del tusi que sea una nueva droga, pues su origen data de los años 70. Se atribuye su creación el químico Alexander Shulgin, alias Sasha, padre de casi todas las drogas de síntesis.

el químico Alexander Shulgin, padre de las drogas de síntesis
Alexander Shulgin, alias Sasha Shulgin

Para encontrar el por qué de su nombre debemos fijarnos en su nomenclatura química, que es (sin entrar en tecnicismos) 2CB. Pronunciada en inglés sonaría parecido a  two-ci-bi”. Y de ahí acabó derivando en tusi.

Además de tusi, tusibí o cocaína rosada, en determinados lugares y círculos también recibe el nombre de eros o nexus.

A la excitación y alucinaciones que provoca habría que añadir los efectos (y daños) de las sustancias con las que se adultera, cosa que sucede a menudo debido a que es una de las drogas más caras del mercado.

La reaparición del tusi en escena

Después de caer en el olvido a finales de los años 80, el tusi volvió a resurgir a principios de 2004-2005. Principalmente en Colombia, donde su consumo y producción fue creciendo de forma paulatina en los años siguientes y se extendió a otros países latinos.

En estos lugares el tusi se ha asociado, de modo irremediable, con la música del momento, el reguetón. En primer lugar porque, según afirman las propias autoridades colombianas, los narcos patrocinaban las carreras de algunos dj’s y cantantes, aprovechando después sus conciertos para vender la sustancia.

Por otro lado, artistas con millones de fans han publicado temas en los que se menciona y promueve el consumo de tusi de forma explícita. Incluso le dedican canciones enteras a la propia droga.

lito polaco tusi
Portada de un single musical dedicado al tusi

De la misma manera en que se extendió el reguetón por el mundo, lo hizo también el tusi. Su color rosado aporta a esta droga un toque de falso glamour y distinción que contribuye a su popularidad.

Y su elevadísimo precio (un gramo de tusi cuesta casi el doble que uno de cocaína), lejos de ser un freno para bolsillos menos pudientes, ha generado el efecto contrario. Al asociar el tusi a grupos de alto poder adquisitivo, muchos incautos la consumen con el afán de codearse con las altas esferas o creer que pertenecen a ellas.

La gran estafa: el tusi que no es tusi

El auge en el consumo de tusi y el alto precio al que se vende han provocado que los traficantes, en su afán por maximizar sus beneficios, adulteren la sustancia hasta niveles insospechados.

Tanto es así que son varios los estudios que han concluido que un altísimo porcentaje de las muestras analizadas en ellos, en torno al 90% de media, no contenían la feniletilamina 2CB.

Ante estos resultados, la pregunta es evidente: entonces, ¿qué contenían? Y la respuesta es que… depende.

Desde sustancias de lo más variopinto tintadas de rosa hasta una mezcla de psicoestimulantes más económicos (por lo general, ketamina, MDMA y cafeína) en proporciones también variables, en función de la “receta del chef” que la prepare.

Por lo tanto, el consumidor de tusi, además de ser estafado en la mayoría de las ocasiones, está expuesto a un peligro añadido al que ya supone consumir drogas, puesto que no sabe qué está tomando en realidad ni en qué concentraciones.

Y tú, ¿qué opinas?

Si quieres dar tu opinión o hacer algún aporte sobre las cuestiones que trata esta entrada, te leo en el apartado de comentarios y te invito a que compartas el artículo. ¡Gracias! 🙂

Javier del Molino

Crecí en el barrio de Pizarrales (Salamanca), lugar de nacimiento de un famoso delincuente: «el Lute». Pero yo elegí el otro bando. Por eso hoy escribo sin pretensiones de fama ni fortuna, pero con conocimiento de causa, sobre el bien y el mal, sobre policías y ladrones, sobre criminología y criminales…

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6 comentarios

  1. Es increible como se banaliza algo tan serio como el consumo de drogas por parte de muchos famosos, no sólo cantantes. Deberían darse cuenta de que por el simple hecho de ser personajes públicos tienen una responsabilidad.

      1. Hola Javier , me acabo de enterar Q mí hijo de 22 años consume tusi odesde hace cuatro meses, lo consigue en un boliche para el Q trabaja, en el q va mucha gente con un nivel social bastante algo, quería pedirte si me podrías mandar toda la información Q tengas, muchísimas gracias

  2. Una tiktoker española q tiene millones de seguidores ahora canta una canción q se llama así. No habla de droga xo es evident el juego y la referencia. Es una pena

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