Futuros policías

Cómo es un coche de policía por dentro

El parque móvil de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad está formado por diversos tipos de vehículos, con características y equipamiento diferentes según las labores a las que se destinen.

Pero por su naturaleza y proximidad al ciudadano, el coche de policía más icónico y reconocible es el empleado para patrullar en binomio, más conocido en el argot como vehículo «zeta».

Hoy te invito a entrar en uno de ellos para conocer algunas de sus particularidades. ¿Quieres subir?

Por qué se llaman «zetas»

Aunque no hay una certificación oficial, el acervo popular nos dice que la denominación data de los años 60, momento en el que comenzaron a utilizarse los coches de forma generalizada en labores de patrullaje (hasta entonces se realizaban a pie).

A los agentes se les asignaba un vehículo y una zona concreta para patrullar, pasando a recibir el nombre (indicativo) de Zonal-1, Zonal-2, Zonal-3… de cara a las labores de coordinación y comunicación.

El vocablo “zonal” fue simplificado como “Z” (Z-1, Z-2, Z-3…) y mantenido hasta la actualidad como forma de nombrar a los binomios de agentes de los Grupos de Atención al Ciudadano y, por ende, también a los vehículos en los que patrullan las calles y atienden las llamadas de socorro.

Furgoneta Cuerpo Nacional de Policía

Coche Cuerpo Nacional de Policía

Moto Cuerpo Nacional de Policía

El exterior de un coche de policía

Antes de pasar al interior del coche-patrulla, que es la parte menos conocida por la ciudadanía, repasaremos algunos detalles interesantes de la parte externa.

Además de la rotulación que lo identifica, lo más llamativo de un vehículo policial es el puente luminoso que lleva instalado en el techo. Ya vimos en el artículo sobre «Cómo actuar ante un vehículo en servicio de emergencia», que es lo que coloquialmente conocemos como las sirenas.

Además de las luces azules y los altavoces por los que emite el sonido, el puente equipa un pequeño megáfono por el que los agentes pueden dar instrucciones y unos focos direccionales de luz blanca para iluminar zonas oscuras si fuese necesario.

Desde el exterior observamos que, como parte del sistema de iluminación de emergencias, los zetas también disponen de pequeñas luces estroboscópicas incrustadas en los laterales y/o en la rejilla frontal, según modelos.

Algo que no se ve, pero que es de vital importancia, es el blindaje que los coches-patrulla comenzaron a incorporar en décadas pasadas debido, sobre todo, a la amenaza terrorista de la banda E.T.A.

El interior de un vehículo policial

El elemento más destacado dentro de un coche-patrulla es, sin duda, el módulo de control. Desde este pequeño mando (ya incorporado en pantalla táctil en los últimos modelos) se controla prácticamente todo lo ajeno a la conducción: los sistemas acústicos y luminosos, el megáfono, las puertas traseras…

Con respecto a las luces de color azul, se pueden dejar en posición fija (señal V3) o parpadeando (señal V1 que indica servicio de emergencia). En cuanto al sonido los puentes suelen equipar tres tonos distintos que pueden cambiarse con la pulsación de una tecla. Otro botón del mando hace la función de atenuador para que, si se precisa, se emita sonido pero con una menor intensidad de decibelios.

Aunque cada agente lleva su propio equipo individual de comunicación, los vehículos también disponen de una emisora en contacto con el CIMACC-091 (Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control, antes conocido como Sala del 091).

Otros elementos presentes en el habitáculo del conductor y pasajero de un vehículo zeta son un par de linternas con base de recarga, un armero de seguridad para portar un arma larga si se precisa y un par de piezas de plástico que sirven para portar las defensas semirrígidas mientras los policías van sentados.

Detalle del módulo de control de un Citroën C4 Picasso

La parte trasera de un coche de policía: habitáculo para detenidos

Lo que más llama la atención de la zona trasera de un coche-patrulla es que los espacios para sentarse y el respaldo están moldeados sobre una gran pieza de plástico rígido. Esto, unido a los sumideros colocados en el piso, facilita la desinfección y limpieza periódica de esa zona.

Una mampara separa la parte trasera de los asientos del conductor y copiloto para garantizar la seguridad durante el traslado de detenidos.

Las plazas traseras disponen de sus correspondientes cinturones de seguridad que cuentan con un sistema para bloquear la extracción de carrete una vez colocados y evitar así autolesiones.

El maletero de un coche-patrulla

En el interior del maletero se ubican otros elementos como conos de señalización, un rollo de precinto policial, un extintor y distintas paletas que, acopladas a las linternas, sirven para que los policías puedan dirigir el tráfico en controles, accidentes y similares.

Recreación del maletero de un zeta. Jamás verás uno tan bien ordenado 😛

Modelos de coches utilizados por la policía a lo largo de los años

Si quieres conocer algunos de los modelos míticos que han sido utilizados como coches-patrulla a lo largo de la historia puedes verlos en este artículo titulado “Coches históricos de la policía española”.

El futuro de los coches-patrulla: vehículos IZ

El presente/futuro de los coches-patrulla se llama IZ. Esta es la denominación que se le ha dado a los nuevos vehículos policiales, que cuentan con una importante cantidad de innovaciones tecnológicas enfocadas a la labor policial y que han sido montadas sobre el modelo Prius+ de la marca Toyota, buscando con ello mejorar la huella medioambiental gracias a su motorización híbrida.

El proyecto se encuentra en fase de implantación, sumando poco a poco nuevas unidades a cada plantilla. Estos coches pretenden convertirse en oficinas móviles, permitiendo a los agentes la realización in situ de tareas que, hasta ahora, sólo podían realizarse desde puestos fijos.

Cuentan, entre otras cosas, con un lector de documentos, un lector de huella dactilar, un equipo de cámaras para la grabación indubitada en interior y exterior del vehículo y un sistema OCR de reconocimiento y chequeo de matrículas, capaz de procesar hasta 400 por minuto.

Y tú, ¿qué opinas?

Si quieres dar tu opinión o hacer algún aporte sobre las cuestiones que trata esta entrada, te leo en el apartado de comentarios y te invito a que compartas el artículo. ¡Gracias! 🙂

Javier del Molino

Crecí en el barrio de Pizarrales (Salamanca), lugar de nacimiento de un famoso delincuente: «el Lute». Pero yo elegí el otro bando. Por eso hoy escribo sin pretensiones de fama ni fortuna, pero con conocimiento de causa, sobre el bien y el mal, sobre policías y ladrones, sobre criminología y criminales…

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