Miscelánea

Los Marlasca: de tal palo, tal astilla

Manuel Marlasca García es de esas personas que transmite equilibrio por los cuatro costados. Algo así como un golden retriever con forma humana. Los rasgos de su rostro, duros y definidos, envuelven una sonrisa tímida, pero siempre presente. Como escoltas que encapsulan a una estrella del pop.

Su porte atlético, lejos de otorgarle rudeza, se conjuga a la perfección con un tono de voz templado y sereno y con las buenas maneras con las que siempre se expresa. Hasta su forma de vestir se posiciona en ese concepto intermedio de “arreglado pero informal”.

Tales señas bien podrían encajar con las de un miembro cualquiera de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: el inspector Marlasca. Su presencia no desentonaría, por ejemplo, en cualquier grupo de «la pringue» (forma en que se conoce a la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid), a la que él nombra con cierta frecuencia.

Quién es Manu Marlasca

Pero Manu Marlasca es periodista, profesión en la que comenzó a dar sus primeros pasos a mediados de la década de los 80.

Tras varias experiencias y cargos en distintos medios, en el año 1999 recaló en la revista Interviú. Esta publicación no sólo fue popular en la época por mostrar a famosas ligeras de ropa en su portada e interiores. También se labraron una buena y merecida fama los fabulosos reportajes de investigación que en ella se publicaban y, por ende, también sus reporteros.

En su faceta más televisiva, Marlasca ocupa en la actualidad el puesto de jefe de investigación en La Sexta y se ha puesto al frente de series documentales en formato podcast como «Operación Moon» y «Operación Viuda Negra», que se pueden escuchar a través de la plataforma Sonora.

En 2008, Marlasca y su binomio perfecto, Luis Rendueles, comenzaron en Onda Cero una colaboración semanal en el programa de Julia Otero. Ese espacio, llamado Territorio Negro, se mantiene a día de hoy en antena y es uno de los más longevos del panorama radiofónico español.

Además, a lo largo de los años, también ha publicado varios libros:

En definitiva: prensa, radio, televisión, libros… un todoterreno de la comunicación que ha sabido ganarse el respeto y admiración, no sólo de la audiencia, sino también de sus propios compañeros de profesión.

Las virtudes de Manu Marlasca

La mesura que destila en su persona es la misma con la que desarrolla su labor como cronista de sucesos. Marlasca nos cuenta, en el formato que se precie, lo que acontece en las cloacas del ser humano con una virtud singular: transmitir la crudeza y dramatismo de los crímenes y sucesos más oscuros con exquisita humanidad, sin ahondar en la casquería ni el morbo gratuito.

Marlasca junto a su gran complemento, Luis Rendueles

Tal vez por ello se haya convertido, en mi opinión, en el periodista de sucesos con mejor cartel de la actualidad. Cae bien, informa mejor y se mueve con soltura entre investigadores e investigados. Recuerda, por algún extraño motivo, a ese personaje llamado Marly que salpica de forma puntual las obras de Lorenzo Silva. 😉

Pero, a buen seguro, lo que ha llevado a Manuel Marlasca García a desarrollar su profesión como lo hace sea el hecho de haber tenido un gran maestro y espejo en el que fijarse.

Su padre: Manuel Marlasca Cosme

Y es que, de casta les viene a los galgos, porque el padre de Manu, el gaditano Manuel Marlasca Cosme, además de periodista y padre de periodista, también era hijo del oficio.

Comenzó su carrera en el Diario de Cádiz, pasando después por el Diario Pueblo, Antena 3 Radio, Antena 3 Televisión, Diario Ya, La información de Madrid, Euronews, Onda Cero y Onda Madrid.

Aunque en algunos de estos medios ocupó puestos directivos, él siempre se consideró reportero. Las calles eran sus oficinas favoritas. Y siendo ya todo un veterano coincidiría en ellas cubriendo los sucesos de turno con un joven pimpollo recién salido del cascarón profesional: su hijo.

Intervención televisiva en 1992 de Manuel Marlasca (padre).

No cabe duda que para Manu Marlasca Junior (si se me permite la licencia) la figura de su padre jugó un papel fundamental en su forma de entender el oficio, marcando las pautas y el estilo que él ha sabido honrar y llevar a la máxima expresión.

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Javier del Molino

Crecí en el barrio de Pizarrales (Salamanca), lugar de nacimiento de un famoso delincuente: «el Lute». Pero yo elegí el otro bando. Por eso hoy escribo sin pretensiones de fama ni fortuna, pero con conocimiento de causa, sobre el bien y el mal, sobre policías y ladrones, sobre criminología y criminales…

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