Microrrelatos policiales
Si transmitir un mensaje, una moraleja, un sentimiento y/o una emoción a través de un texto no es tarea sencilla (al menos para mí), lo es menos aún condensando la historia en apenas 3 ó 4 líneas.
Sin embargo, el reto de buscar la síntesis es tan tentador como estimulante. Y el resultado, similar al que se logra en la cocina cuando se concentran los sabores en un plato: una intensa explosión de sensaciones cuando se le hinca el diente a la preparación.
Te invito a que le eches una ojeada a estos ejemplos de microrrelatos y, por supuesto, a que te animes a crear los tuyos propios. 😉
Jamás
Después de toda una vida cumpliendo con su deber, batallando hasta el último día con la misma ilusión y entrega con las que empieza un novato, hoy se jubila. Ya no portará su arma ni vestirá el uniforme pero… ¡jamás dejará de ser policía!
Para ella
A veces se preguntaba si merecía la pena arriesgar la piel en cada intervención por un puñado de euros y ningún reconocimiento. Pero, al ver a su hija en la cuna, recordaba que lo hacía buscando un mundo mejor para ella.
A fuego
Era el más duro con los duros y el más tierno con los débiles. Siempre dispuesto para todo y para todos. Con los suyos, más que compañero, era un hermano. Llevaba la palabra «policía» rotulada en las prendas de su uniforme… y grabada a fuego en el alma.
Paradoja del miedo
– Papá, ¿qué debo hacer para ser un buen policía?
– Tener mucho miedo.
– Pero tus compañeros y tú sois muy valientes.
– No, hijo. Lo que ocurre es que tenemos miedo a ser cobardes.
Y tú, ¿qué opinas?
Si quieres dar tu opinión o hacer algún aporte sobre las cuestiones que trata esta entrada, te leo en el apartado de comentarios y te invito a que compartas el artículo. ¡Gracias! 🙂
Buuaaahhh brutaaaaal!!!! Gracias!!!
¡Gracias a ti, Tony! ¡Un abrazo! ☺️