Futuros policías

Qué hacer si suspendo la oposición para ser policía

Convertirte en policía nacional conlleva superar un proceso largo en el tiempo y en el que deberás enfrentar pruebas de muy distinta naturaleza. Por eso no resulta extraño que hasta los más preparados puedan sufrir un revés en algún punto de ese tedioso camino, ya sea por errores propios o por causas ajenas. Y lo peor es que algo así puede ocurrir una vez… ¡o varias!

Si eso sucede, el golpe emocional es inevitable. Pero, de darse tal situación, es clave recordar que ese NO ES EL FINAL de la aventura. Tan sólo será una etapa (dura) de la misma.

Con tantos compañeros como tengo a mi alrededor podría ponerte mil y un ejemplos sobre las distintas y variadas formas, circunstancias y número de convocatorias por las que un opositor puede pasar antes de convertirse en policía.

Por ello, si tuvieras que enfrentarte al mal trago del “no apto” en alguna ocasión, o varias, me gustaría que con este post tuvieras una pequeña ayuda para sobreponerte, reorientarte y encarar con determinación la siguiente convocatoria porque… ¡merece la pena!

Gestión emocional: afrontar la situación de forma constructiva

El primer paso para levantarte después de semejante varapalo es aceptar lo que ha ocurrido y las emociones que eso te genere. Es natural sentir inicialmente decepción, frustración, rabia… Pero será crucial que no te quedes estancado en esos sentimientos.

Si has suspendido por primera vez es fundamental que entiendas que fallar en una oposición no define tu valía ni tu potencial. Muchos de los compañeros más competentes que he tenido y tengo no aprobaron a la primera. Usa este momento para reflexionar sobre tu motivación original y reafirmar tu compromiso.

Si has suspendido varias veces es posible (y entendible) que la carga emocional sea mayor. De ser así, debes enfocarte en la idea de que cada intento te está acercando más a tu objetivo. El camino hacia el éxito rara vez es una línea recta.

Estrategias para mantener la motivación:

  • Redefine tus metas: A veces, la presión de aprobar en un solo intento puede ser abrumadora. Esto te lo digo por experiencia absolutamente propia. Desglosa tu objetivo en metas más pequeñas y alcanzables y disfruta de cada pequeño logro.
  • Mantén una mentalidad positiva y rodéate de personas que estén en esa misma línea, evitando el pesimismo y la negatividad a tu alrededor.
  • Autocuidado: Mantener una buena salud física y mental es crucial para mantener la motivación.
Personificación de las emociones en la película «Del revés» (Inside Out)

*** IMPORTANTE: Si sientes que te estancas en el pesimismo, la frustración o similares, NO DUDES en recurrir a un profesional para que te ayude. No sería extraño (por desgracia) que no tuvieras herramientas para nadar en esas aguas sin una guía o supervisión.

Y es que, cuando somos niños, nos enseñan a operar con logaritmos o la lista de los reyes godos, pero rara vez nos topamos con alguien que nos enseñe a gestionar nuestras emociones, por lo que llegamos a la edad adulta sin saber hacerlo de manera adecuada por nosotros mismos.

Análisis de errores: un plan para mejorar

El siguiente paso tras la gestión emocional debería ser un análisis objetivo, detallado y sincero de tus errores. La caída debe convertirse en una oportunidad para aprender y mejorar.

No se trata de autoflagelarte, sino de ser honesto contigo mismo para conocer tu talón de Aquiles y saber así dónde concentrar más esfuerzos.

Evalúa tu rendimiento en las diferentes pruebas y determina si tu preparación fue la adecuada y en qué aspectos puedes mejorar. Hay múltiples factores en los que puedes fijarte: tiempo, entorno y técnicas de estudio, materiales utilizados, métodos de entrenamiento y grado de exigencia, alimentación, hábitos personales, descanso…

Para aquellos que suspenden por primera vez, el análisis de errores puede ser más sencillo, pues los fallos suelen ser más evidentes. En cambio, para quienes ya suman varios intentos, este análisis debe ser más profundo y quizás requiera la ayuda de un mentor o tutor que pueda ofrecer una perspectiva externa.

Optimización de la preparación

Es evidente que el éxito en una oposición depende en gran medida de cómo te preparas. Por ello, aquí tienes unas cuantas premisas básicas que debes tener presentes.

  • Establece un plan de estudio estructurado: Divide tu tiempo entre las diferentes materias y asigna más horas a aquellas en las que has detectado debilidades.
  • Métodos de estudio activo: No te limites a leer los temas. Haz resúmenes, esquemas y utiliza la técnica de autoevaluación para poner a prueba tus conocimientos. Está demostrado que el estudio pasivo, sólo leer o subrayar, es mucho menos efectivo.
  • Usa diferentes recursos: Desde libros y manuales hasta aplicaciones móviles y foros en línea, explora todas las herramientas que tienes a tu disposición.
  • Compañeros de estudio y entrenamiento: Además de tu trabajo individual, valora formar parte de algún grupo de estudio y/o entrenamiento. Siempre que el entorno sea saludable y de cooperación, los compañeros se brindan apoyo emocional, comparten recursos, conocimientos, experiencias… y ciertos momentos de oxigenación.
  • Descanso y recuperación: No subestimes la importancia de los descansos. El cerebro necesita tiempo para asimilar la información, y el cuerpo para recuperarse de los entrenamientos.

Mentalidad de crecimiento: el fracaso como oportunidad de aprendizaje

Para transformar el bofetón que supone el “no  apto” en un trampolín hacia el “apto” es imprescindible reforzar tu compromiso con tu decisión de ser policía y adoptar una mentalidad de crecimiento y superación.

Pero, si ya me conoces un poquito, sabrás que ni soy ni pretendo ser un gurú de la motivación y que hablar de cuestiones relacionadas con esa temática, aunque sea inevitable, me resulta un tanto incómodo.

Por ello, para restarle rimbombancia al asunto, sacarte una sonrisilla y ejemplificar el concepto (de forma simple, pero magistral) te remito a uno de mis momentos favoritos de «Los Simpsons».

En el concepto de crisistunidad, de convertir un momento de incertidumbre en una oportunidad de mejora, está la base para sobreponerte al varapalo del suspenso y seguir cimentando tu aprobado. El día de mañana, cuando hayas conseguido tu plaza, recuerda que estás en deuda con Homer 😉.

Lo fundamental es NO RENDIRSE, porque el camino hasta llegar a convertirte en miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad puede ser arduo y espinado, pero también es un proceso de crecimiento personal en el que el esfuerzo y la perseverancia darán sus frutos. ¡Mucho ánimo!

Y tú, ¿qué opinas?

Si quieres dar tu opinión o hacer algún aporte sobre las cuestiones que trata esta entrada, te leo en el apartado de comentarios y te invito a que compartas el artículo. ¡Gracias! 🙂

Javier del Molino

Crecí en el barrio de Pizarrales (Salamanca), lugar de nacimiento de un famoso delincuente: «el Lute». Pero yo elegí el otro bando. Por eso hoy escribo sin pretensiones de fama ni fortuna, pero con conocimiento de causa, sobre el bien y el mal, sobre policías y ladrones, sobre criminología y criminales…

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